martes, 25 de diciembre de 2012

LOS SOLTEROS

Antonio Sánchez Portero

ANO: 1961
Los Solteros. Novela Corta
Autor:
Ano:
Descripción:
Calatayud. 1961 117 p. 8º mayor (20 cm) fatigado. cubierta desprendida. n2 (ref.28519) novela aragon

editorial: calatayud....

Los solteros. novela corta - antonio sanchez portero -


Calatayud. 1961 117 p. 8º mayor (20 cm) fatigado. cubierta desprendida. n2 (ref.28519) novela aragon

editorial: calatayud.
                Calificaciones del Libro: 5

lunes, 24 de diciembre de 2012

LOS POETAS ASESINADOS

BÍLBILIS POÉTICA
LA POESÍA SOCIAL DE LUIS ANDRÉS.
Por Antonio Villanueva. CPR de Calatayud.
Publicado en La Comarca, 4 de diciembre de 1998.
Traigo hoy a estas líneas la obra de Luis Andrés (1926, Calatayud) Los poetas asesinados, publicada por el Centro de Estudios Bilbilitanos en 1987. El pálpito social de este libro se trasluce desde el mismo título, que insinúa algo así como un clamor contra el martirio de la poesía. Temática social que no es, ni mucho menos, novedosa, aunque sí lo sea —y mucho, originalísima y personal— la forma de presentárnosla. Porque el mayor logro de Los poetas asesinados es, en efecto, su compleja estructura lírico-narrativa.
Luis Andrés recurre a la ciencia-ficción, más propia de la narrativa que del verso, para ofrecernos su mundo poético, en el que entremezcla lo real y lo fingido: nos sitúa en el año 2058, ante un narrador llamado José María Sánchez Portero, nieto del célebre Antonio Sánchez Portero, quien halla un manuscrito en el que se cuenta el holocausto de los poetas asesinados "en Calatayud / en Zaragoza / en toda España". El arranque de la obra es, pues, típicamente narrativo: recurso al pergamino hallado por milagro y que el autor transcribe tal cual, tópico que ya está en el Quijote y que continúa hasta novelas de hoy, como El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Luis Andrés se vale aquí de una original mezcla de géneros literarios (narrativa, lírica) y, como veremos, también aúna tiempos, lugares y autores.
El poeta se inspira en el asesinato de García Lorca, suceso que actualiza en el calendario (julio de 1986, en vez de 1936) y en el espacio (Calatayud y no Víznar), multiplicándolo además (asesinato masivo de poetas). Intenta así vivificar la tragedia lorquiana, convertirla en mito, acercarla a su auditorio bilbilitano. El presente en que se publica el poemario es el año 1987, de ahí que Luis Andrés sitúe los homicidios de los poetas en esa fecha-símbolo de 1986 (es decir, en el "aquí y ahora" del lector y como recuerdo del trágico inicio de nuestra guerra fraticida). Pero además, al situar la narración en un futuro (año 2058) desde el que contemplar la actualidad de aquel momento (la década de los ochenta) con las claves simbólicas de lo acaecido en el ayer (la guerra civil), se consigue una perspectiva pancrónica que, junto a la pantopía (Calatayud-Zaragoza-España) convierte al poemario en un logrado collage de elementos diversos (géneros, lugares, fechas; incluso nombres, porque Luis Andrés cita primero a los poetas del 27: "Federico / Antonio / Miguel / Pablo / Rafael / Juan Ramón / ¿hace falta escribir sus apellidos?" y, después, a la generación poética bilbilitana, la de sus coétaneos y amigos: Verón, Callejero, etc.).
Esta hábil estructura lírico-narrativa, compleja y eficaz, es el marco de presentación de los versos del poeta, quien se duele por los amigos muertos, quejándose amargamente por la impunidad de los asesinos y por la indefensión de la poesía: "todos los días mueren asesinados gran número de poetas en las cinco partes del mundo", nos dice, condolido de ese "tácito acuerdo de los gobiernos de todo el mundo para hacer desaparecer la poesía, para erradicarla de la faz de la tierra". La evocación de los asesinados sirve, además, de ocasión para que Luis Andrés nos ofrezca una excelente y personal antología de la poesía bilbilitana, un réquiem maravillado para sus amigos muertos (afortunadamente, sólo en la ficción poética), donde comparecen los versos de Verón, Fernández Moros, Montón Puerto, Callejero, Mendoza Nieto, Raimundo Sierra e, incluso, del propio Luis Andrés, desdoblado en creador y antólogo de sí mismo. El poeta mezcla otra sangre en su sangre, funde sus versos con los de sus compañeros de oficio, "los hermanos de los perros", los parias, los maldecidos; pobres seres perseguidos y aniquilados. Y nos ofrece un panorama inolvidable del Parnaso bilbilitano.
En definitiva, un libro originalísimo por su estructura y su mezcla de elementos, que tiene el mérito de ser a la vez personal y colectivo, que denuncia el abandono de la poesía en un mundo material, que critica nuestro cainismo fraticida, trayendo hasta el presente los trágicos sucesos del ayer: el asesinato de un poeta, Lorca, convertido en símbolo del destino. El verso limpio de Luis Andrés —un verso claro y coloquial, que se basa en las repeticiones, en los paralelismos, en el impacto directo sobre el lector— actualiza la percepción de los horrores de la guerra. Y nos recuerda, una vez más, que la historia se repite: "La historia es un cuchillo, la hoja de un cuchillo / que se te entra en el alma con un sabor metálico". Los hechos del pasado vuelan hasta el hoy ("Porque todo esto sucederá. / Porque todo esto ha sucedido. / Porque todo esto está sucediendo / está sucediendo / está sucediendo"). Voz social, potente y estremecida, que grita contra el desgarro de la existencia y el desamparo de la causa poética. Una causa que, a Luis Andrés, no le resulta indiferente.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Libro "Cervantes y Liñán de Riaza"

Cervantes y Liñán de Riaza. El otro autor de El Quijote atribuido a Avellaneda

 
El libro Cervantes y Liñán de Riaza. El otro autor de El Quijote, obra de Antonio Sánchez Portero fue publicado por Institucion fernando catolico en el mes de Febrero de 2012.
Desde que en 1614 viera la luz el otro Quijote, atribuido al Licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, el enigma que envolvía este seudónimo ha provocado durante siglos el incesante esfuerzo de eminentes investigadores y océanos de tinta. Cervantes no quería inmortalizar, descubriendo su nombre, al adversario que le amargó los dos últimos años de su vida, pero dejó en algunos de sus libros numerosas citas y pistas sobre este autor y, sin revelar su nombre, nos proporcionó una alusión definitiva en su Viaje del Parnaso: "Es de Calatayud su sobrenombre.
Ficha técnica del libro: Autor: Antonio Sánchez Portero; ISBN: 9788499111469; Editorial: Institucion fernando catolico; Publicacion: 2012-02-01;
Comprueba la disponibilidad del libro de Antonio Sánchez Porteroen los diversos formatos: Cervantes y Liñán de Riaza. El otro autor de El Quijote en PDF, Cervantes y Liñán de Riaza. El otro autor de El Quijote en formato ePub o Cervantes y Liñán de Riaza. El otro autor de El Quijote en formato Mobi.
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El autor del "Quijote" de Avellaneda es Pedro Liñán de Riaza, ..... Abona mi convicción de que Cervantes sabía que Liñán era el autor del otro Quijote lo ...
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Lacalle, opinan que Liñán de Riaza es toledano; y si a esto se une que falleció ... se oculta tras el seudónimo de Avellaneda, el autor del otro Quijote. ... Pero no hay que olvidar que el Quijote de Cervantes circuló en manuscrito antes de ser ...
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19 Oct 2012 ... Esto lo digo por el libro escrito por D. Antonio Sánchez Portero intitulado, “ CERVANTES Y LIÑAN DE RIAZA EL AUTOR DEL OTRO QUIJOTE ...
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martes, 6 de noviembre de 2012

Fama de La Dolores


                Memoriablau.foros.ws.htm
         Foro Memoria Histórica de la División Azul



La Dolores (o “Si vas a Calatayud”)

Esta copla-pasodoble es muy famosa. Podríamos decir, sin exagerar, que ha dado la vuelta al mundo. Al menos, las tunas iberoamericanas la tienen en su repertorio.

¿Se cantó en la División Azul? Con seguridad, sí. Aunque falta confirmarlo con testimonios de los divisionarios aún vivos. Sobre todo, debió cantarse en el Regto 263, que contaba con bastantes aragoneses. Seguramente, quienes no la cantarían serían los naturales de Calatayud. Es más, durante la guerra civil, las tropas de la Legión estacionadas en esta ciudad, recibieron órdenes estrictas de no cantar, tararear o silbar la copla para no molestar a los vecinos (así lo cuenta el legionario irlandés Peter kemp, que estuvo en la Legión en esos años).

La copla se refiere a una persona real, a la que, seguramente, se la añadieron algunos bulos o anécdotas inventadas, como suele ocurrir con todos los temas que se hacen anónimos, patrimonio de todo un pueblo.

Hasta no hace mucho, se sospechaba que se refería a un personaje real, pero no se sabía con suficiente seguridad. Darío Pérez, periodista bilbilitano, inició la investigación, y Antonio Sánchez Portero la ha culminado hace pocos años, y aclarado casi todos los puntos de controversia en sus dos libros,
La Dolores, un misterio descifrado” y “La Dolores, algo más que una leyenda”, y en diversos artículos.

A pesar de ello, aún quedan algunas dudas para concluir si Mª Dolores Peinador y La Dolores son la misma persona.

Aunque la copla se conocía desde el s. XIX, la primera vez que se publicó su historia fue el 13 de Octubre de 1945 (al día siguiente de la gran fiesta zaragozana, aragonesa y española del Pilar y de la Hispanidad). Lo publicó en
“El Español” el erudito aragonés Gregorio García Arista. Aún quedaban muchos años para ir descubriendo la verdad de lo que en ella se contaba.

Publicado: 03 Sep 2010 3:20 pm    Título del mensaje: Copla de La Dolores *


Copla de La Dolores (o “Si vas a Calatayud”)

Esta copla-pasodoble es muy famosa. Podríamos decir, sin exagerar, que ha dado la vuelta al mundo. Al menos, las tunas iberoamericanas la tienen en su repertorio.

¿Se cantó en la División Azul? Con seguridad, sí. Aunque falta confirmarlo con testimonios de los divisionarios aún vivos. Sobre todo, debió cantarse en el Regto 263, que contaba con bastantes aragoneses. Seguramente, quienes no la cantarían serían los naturales de Calatayud. Es más, durante la guerra civil, las tropas de la Legión estacionadas en esta ciudad, recibieron órdenes estrictas de no cantar, tararear o silbar la copla para no molestar a los vecinos (así lo cuenta el legionario irlandés Peter kemp, que estuvo en la Legión en esos años).

La copla se refiere a una persona real, a la que, seguramente, se la añadieron algunos bulos o anécdotas inventadas, como suele ocurrir con todos los temas que se hacen anónimos, patrimonio de todo un pueblo.

Hasta no hace mucho, se sospechaba que se refería a un personaje real, pero no se sabía con suficiente seguridad. Darío Pérez, periodista bilbilitano, inició la investigación, y Antonio Sánchez Portero la ha culminado hace pocos años, y aclarado casi todos los puntos de controversia en sus dos libros,
La Dolores, un misterio descifrado” y “La Dolores, algo más que una leyenda”, y en diversos artículos.

A pesar de ello, aún quedan algunas dudas para concluir si Mª Dolores Peinador y La Dolores son la misma persona.

Aunque la copla se conocía desde el s. XIX, la primera vez que se publicó su historia fue el 13 de Octubre de 1945 (al día siguiente de la gran fiesta zaragozana, aragonesa y española del Pilar y de la Hispanidad). Lo publicó en
“El Español” el erudito aragonés Gregorio García Arista. Aún quedaban muchos años para ir descubriendo la verdad de lo que en ella se contaba.
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Publicado: 03 Sep 2010 3:35 pm    


La fama de La Dolores y su copla

José Feliú y Codina, dramaturgo, fue quien llevó a la fama al personaje. Se cuenta que en el primer viaje en tren que realizó desde su Barcelona a Madrid, escuchó en la estación de Binéfar (Huesca) a un ciego cantar una copla sobre La Dolores. Quedó muy impresionado, y poco después escribió, sobre la historia cantada que había escuchado, un romance, que publicó en
“Un troç de paper” (publicación periódica barcelonesa).

Desde luego, el tema siguió rondando en su cabeza, y el 10 de noviembre de 1892 estrenaba en el Teatro Novedades de Barcelona, el drama
La Dolores”, con la famosa actriz María Guerrero como protagonista. Se inspiraba en aquellas coplas, pero sobre ellas había añadido toda una trama.

En el drama aparece una Dolores novelesca. Es una joven honesta y caritativa, que trabaja en un mesón de Calatayud. La seducirá el barbero Melchor y la pretenden Patricio (rico mercader) y Rojas (sargento soberbio y fanfarrón). Todos ellos, personajes inventados y novelados. También se enamora de ella Lázaro, sobrino de su patrona y seminarista. La historia termina con la muerte de Melchor al recibir una puñalada de manos de Lázaro.

Poco más de dos años después del estreno, el maestro Tomás Bretón convirtió el drama en una zarzuela-ópera, que con el mismo título se estrenó el 16 de marzo de 1895. Y entonces, La Dolores y sus desgracias fueron conocidas por toda España.

Especialmente, se hizo popular la jota de La Dolores, de la zarzuela, que no tiene nada que ver (aparte de su nombre) con la
“Copla de la Dolores”, de la que estamos tratando. Pero no sabemos el origen de esta última: ¿es su melodía la que cantaba el ciego de Binéfar (parece que sí, con algunos arreglos), o nació después?. Lo que sí sabemos es que, en el primer decenio del siglo XX, tanto la Jota como la Copla eran conocidísimas en toda España, y bastante conocidas en Iberoamérica.

Después, el tema dio lugar a nuevas piezas teatrales y algunas cinematográficas. De las primeras, podemos destacar
La Hija de la Dolores”, de Luis Fernández Ardavín
, estrenada en 1927. De las segundas, las películas “Lo que fue de la Dolores” (1933), de José María Acevedo, y “La copla de la Dolores” (1947), rodada en Argentina (y estrenada allí con el título: “Lo que fue de la Dolores”), de Benito Perojo, y con Imperio Argentina como protagonista.

Pero no termina aquí todo. Las tunas universitarias incorporaron las Coplas a su repertorio, y hoy figuran en el repertorio de casi todas las estudiantinas españolas e iberoamericanas.

La rehabilitación de La Dolores empezó hace ya muchos años, y culminó en los 90. Así,
“Baluarte aragonés” estrenó en 1994 la obra “¿Quién fue La Dolores?”. Dos años después, en 1996, se organizó una exposición antológica sobre esta mujer en el propio Calatayud. Y poco después, se rehabilitó un edificio noble de Calatayud, aunque poco espectacular (conocido anteriormente como la antigua posada de San Antón) como “Mesón de la Dolores” (hotel), albergando un museo sobre el personaje. Aunque sus propietarios dicen que esa fue la casa donde nació La Dolores, no consta que lo fuera (ni tampoco que no lo fuera).

Y sobre este personaje se han identificado y documentado, hasta el momento, 7 óperas o zarzuelas, 20 obras dramáticas, 5 películas y más de 50 composiciones musicales con La Dolores como motivo.

El cambio de actitud ante la Dolores ha sido gradual, en los últimos 40-45 años. Y la mejor demostración de ese cambio está en el citado Mesón, que es lugar de peregrinaje para quienes quieren saber sobre esta mujer.

Desde que la Legión diera la orden, en 1937, de que no se cantara la Copla en la ciudad de Calatayud, porque molestaba a sus moradores, hasta la actualidad, pueden verse los pasos graduales mediante alguna anécdota como la siguiente. En Calatayud, hasta los 70, estaban hartos de que muchos forasteros que iban a su ciudad, haciendo caso de la invitación de la copla, preguntaban por La Dolores. Un hermano mío, en viaje de estudios hacia 1966-67 (tendría entonces 15 o 16 años) preguntó con sus amigos a un guardia municipal por La Dolores. Y la respuesta fue que se les quedó mirando muy fijamente y muy serio, y les dijo solemnemente:
“Váyanse Vdes a hacer puñetas” (entonces se llamaba de Vd a las personas de más de 14 años).

Ahora, la vergüenza y cabreo de antaño ha mudado en orgullo, y los bilbilitanos hablan orgullosamente de
“su” Dolores. Y lo mejor de todo: La Dolores ha quedado libre de sus estigmas, un siglo después de su muerte.
_________________

lunes, 5 de noviembre de 2012

ENTREVISTA EN VÍDEO

Sánchez Portero: 'La investigación en torno al Quijote es un mundo sin fondo'

from DiariodeLanzarote.com Plus /

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salpreso.com/2009/09/30/300909-dialogo_antonio_sanchez.htm

     Mucho de quijote hay en Antonio Sánchez Portero , que además de profesar la escritura, y de haber practicado casi todos los géneros: novela, ensayo, cuento, y colaborado en diversos periódicos y revistas, ha dedicado los últimos cuarenta años de su vida a investigar un mito hasta acabar poniendo nombre y apellidos a la leyenda de la Dolores. Ahora , con algo de tiempo, dirige todos sus ánimos hacia el autor del Quijote de Avellaneda.     R. Fuentes | F. de la Cruz

     [Miércoles, 30 de septiembre de 2009] [11.00]     [Entre las modernas leyendas populares, quizás una de las más conocidas a nivel universal y que suscita una mayor curiosidad sea la Leyenda de la Dolores . Asombra que tenga su origen en algo tan minúsculo como es una cuarteta, una copla anónima que surgió del pueblo en un lugar determinado: Calatayud (provincia de Zaragoza); y en un momento concreto: poco antes de que el siglo XIX llegase a su mitad.     A los bilbilitanos -gentilicio de los nacidos en la ciudad de Calatayud- no les hacía ni pizca de gracia la difusión de esta copla porque creían que se ponía en entredicho el honor de sus conciudadanas; pero, por otra parte, no renunciando a la fama universal que les iba proporcionando y que, de una forma extraordinaria, absoluta y asombrosa, dicha fama se ha materializado simple y primordialmente, por esta copla

Si vas a Calatayud

pregunta por la Dolores,

que es una chica muy guapa

y amiga de hacer favores.

     Lo trascendente es que la copla –el venero- fue el germen de una leyenda que ha ido forjándose a impulsos de la labor creativa de dramaturgos, compositores, novelistas, cineastas, escritores, músicos, poetas,...y de la imprescindible aportación y colaboración popular, en el amplio escenario del mundo, hasta convertirse en un río de inmenso caudal, enriquecido por un patrimonio cultural único y de primera magnitud.]

     - ¿Cómo fueron los inicios de Antonio Sánchez Portero en la escritura?

     - No tenía ninguna intención ni ánimo ni vocación de escribir. Fue algo que surgió casi espontáneamente a partir de los dieciocho años, se consolidó a los veinte, veintiuno, veintidós y ya desde entonces no he dejado de escribir. Tuve un ángel tutelar de la guarda, Julio José de Carlos, que estuvo conmigo desde el primer momento. Yo le daba a leer mis trabajos y él me decía que tenía condiciones pero que estaban un poco crudos, que estudiara mucha gramática, mucha preceptiva, muchos estudios,...pasaron seis o siete años y llegó un momento en que me dijo: “ya puedes salir a la palestra, al público”. Y, a partir de entonces me estrené con un artículo muy largo en el Heraldo de Aragón, precisamente sobre las fiestas de San Roque de mi pueblo, ocupaba toda una página con muchas ilustraciones. Me publicaron este artículo y empecé a hacer mis pinitos literarios de más envergadura. En 1961 publiqué una novela, también fue muy polémica, ‘Los solteros'; narra la vida cotidiana de una ciudad-pueblo como Calatayud, con todos los problemas que había con la gente joven.

     - ¿Por qué una parte importante de su obra gira en torno a la Dolores de Calatayud?

     - Llegó un momento, cuando ya tenía cierta consolidación literaria, que me fastidiaba que cuando venían todos los forasteros, en las estaciones de trenes, de autobuses, tenían la manía de meterse con los bilbilitanos y preguntar por la Dolores de mala manera, en plan ofensivo -muchas veces hasta se llevaban algún mamporro o mala contestación- y a mi me fastidiaba eso. Además pensé, ‘si una mujer ha propiciado una copla, esa mujer puede ser que haya existido', y empecé a investigar hace ya cuarenta años.

     - ¿Qué es lo que hace que la vida de una persona se convierta en leyenda y ésta en mito?

     - Cualidades físicas; una belleza excepcional; circunstancias familiares que hicieron que llamase la atención; circunstancias geográficas, de estar en determinado momento en determinado lugar; todas estas circunstancias concurrieron en la Dolores. Hay que distinguir de la Dolores el mito, la persona legendaria, y la persona que originó este mito, Maria de los Dolores Peinador Narvion, persona de carme y hueso que nació en Calatayud, el 19 de mayo de 1818 la bautizaron en la iglesia de San Juan el Real de Calatayud. La circunstancia es que su madre venia de una familia de las mas distinguidas de Calatayud; se casó con un apuesto teniente que cayó por Calatayud. A él lo nombraron enseguida alcalde de Daroca, se trasladaron allí y cuando la Dolores tenia 8 años falleció la madre en Daroca -está enterrada en la iglesia los Sagrados Corporales- y el padre volvió a casarse. Toda la inmensa fortuna de la madre pasó a los hijos pero como eran menores de edad el padre se convirtió en tutor e hizo suya la herencia. En cuanto Dolores fue mayor de edad se casó y entabló pleitos con su padre por recuperar esa herencia que no quería repartir, que le negaban. Juicios de diez, doce y hasta quince años. Al final recayó toda la inmensa herencia en favor de Dolores porque incluso dos hermanos que tenía, cansados de tantos pleitos, le vendieron la herencia a Dolores. Pero el marido, quizá por circunstancias que no puedo asegurar matemáticamente, y María Dolores también le ayudaría...la fortuna iba mermando considerablemente y se trasladaron a Madrid...

     - ¿Qué embarca al escritor en una investigación que puede durar décadas?

     - Una inquietud; ansia de saber; curiosidad... en cuanto has descubierto algo y ves que hay, es como si vislumbraras un filón y el interés por conocer más te va alimentando las ansias de dar pasos y seguir adelante. Conforme más cosas descubres más te atrapa ese tema y llega un momento en que te encuentras embarcado en esa aventura, y máxime si vas encontrando hitos, cosas, descubrimientos sensacionales.

     - ¿Ha tenido dificultades para editar sus obras y trabajos de investigación?

     - Entonces era el momento en que en Calatayud no se podía hablar de la Dolores , era tabú absolutamente. Cuando completo el libro lo presenté a mi entidad [Centro de Estudios Bilbilitanos] para que lo publicaran; a algunos les pareció bien pero sin embargo a otras personas importantísimas no les sentaba muy bien y tuvo que ser analizado por un comité que dio su visto bueno. Pero por unas circunstancias que no quiero contar ahora retrasé un día o dos la entrega del libro y me encontré con que la mano negra había actuado y cortaron de raíz la publicación. Me lo reclamaron para en la institución de más alto rango de Zaragoza analizarlo y me hicieron la jugada para no publicarlo. Me vi con un dilema, si yo ese libro en ese momento no lo publico iba a ser un trauma para mí, no tenía en ese momento recursos para decir lo edito por mi cuenta pero eché cálculos, hablé con la editorial, ‘oye cuándo me pasaras al cobro; puedo contar con tres o cuatro meses', ‘sí', calculé los libros que podía vender y me arriesgué con la ayuda de algún amigo a editarlo por mi cuenta.

     - Su trabajo le ha llevado a descubrir al autor de El Quijote de Avellaneda. ¿Quién es?

- Un poeta bilbilitano. Cuando empecé a escribir la primera antología me topé con Pedro Liñán de Riaza, y en un libro de la colección pulga de Austral, El Quijote apócrifo de Fernández Avellaneda, resulta que entre los propuestos para ser el autor del Quijote había un Pedro Liñan de Riera. Yo comprendí que se habían confundido, no era de Riera era de Riaza. Desde 1969 ya tenía la mosca detrás de la oreja de que este posible bilbilitano tendría algo que ver; fue pasando el tiempo y cuando estaba a punto de concluir la segunda noticia de antología de poetas bilbilitanos casi tengo la seguridad de que es Pedro Liñán de Riaza…en 2005 se terminó la antología y desde entonces no he parada con el Quijote. Y, sí, es Pedro Liñan de Riaza...

     - ¿Se siente reconocido por su trabajo como investigador?

     - A nivel popular estoy satisfecho del reconocimiento que tengo. A nivel oficial lamentablemente no se portan conmigo lo bien que se deberían portar. No digo ya que me agasajen sino que me den un trato normal. Muchos políticos solo piensan en sus intereses y les importa un bledo la cultura; lo único que quieren saber es si publicando un libro del motivo y tema que sea, y de quien sea, consiguen unos votos y siguen promocionándose en el candelero pero, a la hora de la verdad, a un escritor que merezca la pena y tenga una obra completa y buena, que no tiene medios para publicarla es casi imposible que lo atiendan, y si lo atienden se tiene que dar con un canto en los dientes.

     - ¿En qué proyecto trabaja en la actualidad? 

      - Mi proyecto inmediato que estoy en él desde hace cinco años es El Quijote, que es un mundo sin fondo porque son miles de artículos, libros, folletos, ensayos, sobre el Quijote; de grandes; de pequeños; de medianos; de España; de Hispanoamérica; de todo el mundo...

 

CERVANTES Y LIÑÄN DE RIAZA



Calatayud.org

LA COMARCA DE CALATAYUD

Publicado en diciembre de 2011


     FRANCISCO TOBAJAS GALLEGO | El pasado 27 de diciembre se presentó el último libro de Antonio Sánchez Portero, titulado Cervantes y Liñán de Riaza. El autor del otro Quijote atribuido a Avellaneda. En él su autor, manejando una abundante y selecta documentación, llega a la conclusión que el bilbilitano Pedro Liñán de Riaza es el autor del Quijote de Avellaneda.

      En la primera parte de El Quijote de Cervantes, el autor emplazó a su protagonista a unas justas que debían tener lugar en Zaragoza, que mantenía entonces la Cofradía de San Jorge, que celebraba justas y torneos a caballo en el coso de la ciudad. Pero en 1614 apareció en las prensas de Tarragona el Segundo tomo del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, firmado por un tal Alonso Fernández de Avellaneda. En 1615 Cervantes sacaría a la luz su propia segunda parte, donde continuaban las aventuras de su personaje, variando el itinerario y evitando que don Quijote y Sancho entraran a Zaragoza, para no dar la razón a Avellaneda. En este segundo tomo, Cervantes hizo que don Quijote muriera, para así evitar el relato de nuevas aventuras.
La crítica defiende que Cervantes supo quien se escondía tras este seudónimo de Avellaneda, porque se había burlado de él en la primera parte de su Quijote con "sinónimos voluntarios", que no se han podido desvelar. La venganza de Cervantes consistió en no revelar el nombre de su enemigo y competidor, aunque tampoco deseaba meterse con Fr. Luis Aliaga, confesor del rey. Cervantes sabía que Avellaneda era aragonés, pues conocía bien la zona de Ariza, Ateca y Calatayud, donde cita a los canónigos del Santo Sepulcro y a la Cofradía del Rosario, aunque también conocía la zona de Alcalá, Madrid y Toledo. También resultaba evidente por el lenguaje utilizado en la obra, con abundantes aragonesismos.
      Larga es la nómina de candidatos a los que se ha atribuido el Quijote de Avellaneda: los hermanos Argensola, Mateo Alemán, Fr. Andrés Pérez, Fr. Alonso Fernández, Juan Blanco de la Paz, Fr. Luis de Aliaga, Lope de Vega, Tirso de Molina, Pedro Liñán de Riaza, Vicencio Blasco de Lanuza, Juan Ruiz de Alarcón, Alfonso Pérez de Montalbán, Quevedo, Guillén de Castro y Jerónimo de Pasamonte, entre un largo etcétera.

     En 1877 Menéndez y Pelayo encontró en Nápoles un manuscrito inédito autobiográfico, escrito por Jerónimo Pasamonte. Martín de Riquer lo relacionó con el galeote Ginés de Pasamonte, quien es tratado como un criminal en el Quijote. Cervantes y Pasamonte compartieron en vida guerras y calamidades. En 1605 Pasamonte dedicaba en Capua su manuscrito autobiográfico a los padres Jerónimo Javierre y Bartolomé Pérez de Nueros. Por otra parte Joaquín Melendo ha dado con un Fr. Jerónimo Pasamonte, alcayde de Carenas entre 1622 y 1626. En 1601 aparece otro Fr. Jerónimo de Pasamonte en el cenobio del Monasterio de Piedra. Las firmas de estos frailes parecen ser de una misma persona.
 
     Jerónimo de Pasamonte, hijo de Jerónimo y de Jerónima Godino, había nacido en Ibdes en 1553. Participó como Cervantes en la batalla de Lepanto, pero Sánchez Portero lo descarta porque su relato biográfico es un tedioso relato de aventuras personales sin interés, con escaso valor literario.
 
     A Pedro Liñán de Riaza lo hacen toledano y se sabe que murió en 1607, aunque Baltasar Gracián y otros autores lo consideraban bilbilitano. Sánchez Portero defiende que la primera parte de El Quijote de Cervantes circuló en manuscrito antes de ser publicado en 1604, aunque su fecha de aparición oficial sea la de 1605. Por tanto Liñán de Riaza aún tuvo tiempo de escribir el suyo, que circularía en manuscrito antes de su publicación.
 
     Liñán de Riaza debió nacer hacia 1550, aunque no se ha encontrado su partida de bautismo. Fue protegido de Francisco de los Cobos y Luna, segundo marqués de Camarasa y conde de Ricla, del que fue secretario por espacio de cuatro años. Primero siguió la carrera de las armas y más tarde estudió cánones en Salamanca. En 1589 era gobernador del condado de Galve, al servicio de Juan Francisco Fernández de Híjar, viudo de Ana de la Cerda. En 1601 se ordenó presbítero en Toledo y en 1604 entró al servicio del cuarto duque de Maqueda. Un año más tarde el duque lo nombró capellán mayor de la iglesia del Santísimo Sacramento de su villa de Torrijo (Toledo).

     Liñán de Riaza fue amigo de Lope de Vega. Se conocieron en 1580, siendo estudiantes en Salamanca. Su padre, Roque Liñán, natural de Villel de Mesa, fue criado del cardenal arzobispo de Toledo, Juan Martínez Siliceo (1547-1557). Roque Liñán falleció en 1575 y fue sepultado en Villel. La madre de Pedro Liñán, llamada Águeda de Riaza, era toledana. Fue aya de la infanta Isabel Clara Eugenia. Murió en 1595 y fue enterrada en Toledo. El matrimonio tuvo al menos dos hijos: Roque y Pedro.
 
     En la matricula de Pedro Liñán para el curso 1573-1574 en Salamanca, se apuntaba que era de Villel. En el libro parroquial de Villel, correspondiente a la segunda mitad del siglo XVI, se echan en falta algunas páginas, aunque el nombre de Pedro Liñán se repite en varias partidas. En 1566, 1573 y 1580 aparece citado un Pedro Liñán, estudiante, que presencia bautismos. Tampoco aparece la partida de su hermano Roque.
 

     Sánchez Portero asegura que Pedro Liñán debió escribir el Quijote apócrifo entre 1603 y 1607, año de su fallecimiento. Algunos estudiosos aseguran que las imperfecciones del Quijote de Avellaneda se explicarían por no haber podido Liñán darle la última mano o por haber intervenido en su redacción definitiva varios amigos de Lope. Parece claro pues que el Quijote de Avellaneda fue una obra auspiciada por Lope de Vega, aunque es posible que la escribieran varias manos, todas del círculo de Lope. Es posible que el dominico Fr. Luis de Aliaga se encargara de los trámites de la edición.

     Estudiando el nombre del Licenciado Alonso Fernández de Avellaneda, Sánchez Portero defiende que el Licenciado sería porque lo era Liñán de Riaza, Alonso porque Aliaga firmó La venganza de la lengua española como Juan Alonso Laureles, Avellaneda por el apodo con que se conocía a Aliaga, y Fernández por ser el apellido de la madre de Lope de Vega, llamada Francisca Fernández Flores. Se señala que Alonso Fernández era natural de Tordesillas por ser de aquel lugar o vivir en él los padres de Lope.

     Sánchez Portero defiende que Cide Hamete Benengeli es un anagrama de Miguel de Cervantes y sospecha que Avellaneda, o sea Liñán, se inventa también a su historiador particular, bautizándole con un anagrama incompleto de su apellido, Alisolán. También tiene claro que el bachiller Sansón Carrasco, que aparece en la segunda parte de Cervantes, personifica a Liñán de Riaza. Sansón es bachiller, había estudiado en Salamanca, vestía el hábito de San Pedro y era poeta, lo mismo que Liñán.

     Cervantes criticaba a Lope y a su teatro en el Entremés de los romances. Liñán de Riaza no aparece citado en su Viaje al Parnaso de 1614, aunque sí lo elogiaba en La Galatea. Sánchez Portero se pregunta: ¿Por su enemistad por el Quijote de Avellaneda?

     Alonso Quijano en su lecho de muerte nombra albaceas al cura y al bachiller Sansón Carrasco, que están allí presentes. Y en el testamento les pide que: "Si la buena suerte les trajere a conocer al autor que dicen que compuso una historia que anda por ahí con el título de Segunda parte de las hazañas de don Quijote de la Mancha, de mi parte le pidan, cuan encarecidamente ser pueda, me persone la ocasión que sin yo pensarlo le di de haber escrito tantos y tan grandes disparates como en ella escribe, porque parto desta vida con escrúpulo de haberle dado motivos para escribirlos".
 
     Hasta que no se encuentre un documento determinante, la historia del Quijote y de su apócrifo sigue estando abierta, escondiendo muchas incógnitas todavía.